La tasa de crecimiento de las células de la piel depende del tejido en el que se encuentre. Las células de la piel por ejemplo se regeneran constantemente, y a una velocidad más rápida que la de otros órganos del cuerpo. Las uñas y el cabello son anexos de la piel, y aunque no se regeneran tan rápido, tambien cambian constantemente. En el caso del cabello, probablemente su velocidad de crecimiento es también rápida pero menos evidente que la de las uñas.