Para el diagnóstico de ambas enfermedades se tiene en cuenta la clínica del paciente y los síntomas que presenta, de acuerdo a esto se determina si es necesario o no la realización de pruebas complementarias. Para el caso de la gastritis se realiza usualmente una endoscopia de vías digestivas altas, que puede incluir o no una biopsia de alguna parte del estómago. Para el reflujo gastroesofágico, como le indique anteriormente, se puede hacer uso igualmente de la endoscopia, una prueba de monitoreo del pH esofágico o una manometría esofágica.