se ha estudiado científicamente y se ha comprobado que los ruidos y gemidos que la mayoría de las mujeres hace cuando tienen relaciones sexuales son intencionados, y existen cinco razones principales por las cuales se emite estos sonidos previo a alcanzar el clímax sexual: para acelerar la eyaculación del hombre, con el fin de evitar molestias, para no aburrirse, de modo de aumentar la autoestima de su pareja y para no fatigarse.