La primera razón puede ser que usted ha estado tomando las pruebas de embarazo muy seguidas y esto hace que sus resultados no sean conclusivos. El mejor momento para tomar una prueba de embarazo en orina es después de mínimo 7 días de retraso en la fecha esperada para la menstruación. La prueba en sangre, entre 2 y 3 semanas posteriores al retraso. Debido a que usted tuvo su menstruación y una prueba en sangre negativa como el resultado más actual, usted no se encuentra embarazada. La prueba en sangre tiene dos formas de tomarse: cualitativa (el resultado es solo positiva o negativa) o cuantitativa (dice exactamente cuánta cantidad de hormona hay circulando). En el caso de la única que tuvo positiva puede haberse tratado de una cualitativa y su resultado pudo ser equivocado. Es la llegada de su menstruación normal (mas que las pruebas) lo que apunta hacia que usted no se encuentra en embarazo.