Esa conducta es totalmente peligrosa, pues si su hijo llegase a consumir una de esas pilas, ésta generaría una grave lesión a nivel del estómago o el intestino que podría llegar a perforarlo. Por esa razón en casos de consumo de baterías deben ser extraídas.
Si las baterías están completas, entonces debe retirarlas y guardarlas en un lugar seguro fuera del alcance de su hijo, no habrá problema con que haya jugado con ellas o se las haya metido a la boca sin tragarlas; pero si falta alguna o la deglutió debe llevarlo de urgencias al hospital, para confirmarlo por medio de una radiografía e iniciar el tratamiento para extraerlas.