El tacrolimus es uno de los pilares en el tratamiento de la dermatitis atópica y no tiene mayores contraindicaciones. Tenga en cuenta que no debe usarse permanentemente, suspendiendo su uso cuando las lesiones hayan desaparecido. Puede causar efectos adversos locales como enrojecimiento de la piel, sensación de quemadura, para lo cual debe suspender su uso y consultar a su médico. En general es un medicamento seguro y muy eficiente en el manejo de la dermatitis atópica