Usualmente se recomienda continuar las vitaminas que venía tomando en el embarazo durante 2 meses más después del parto; es decir el sulfato ferroso, ácido fólico y carbonato de calcio en las mismas dosis en las que se toma en el embarazo. Es importante además llevar una alimentación balanceada, hidratarse preferiblemente con agua y evitar automedicarse cualquier medicamento pues algunos pueden afectar la lactancia.