Esto puede deberse a que tengas un espasmo muscular asociado a estrés o podrías estar empezando con una gripa común.
Si no tienes síntomas gripales, seguramente estés muy tensionada, en este caso es altamente recomendable un masaje en el área afectada, el uso de compresas tibias en la zona afectada puede ser de utilidad, igualmente, la realización de ejercicio con esos músculos y un adecuado descanso. Si el dolor es demasiado fuerte el uso de analgésicos de venta libre o relajantes musculares puede ser de ayuda, dialoga con tu farmacéutico al respecto.
Si el dolor no mejora con ninguna de las medidas previamente mencionadas debes acudir a la consulta médica, igualmente si presentas síntomas como fiebre o pérdida de fuerza o sensibilidad en alguna parte del cuerpo.