El virus de la inmunodeficiencia humano (VIH) es un “retrovirus” de alta prevalencia a nivel mundial, conocido por ser el causante del síndrome de deficiencia de inmunidad adquirida (SIDA), pero a pesar de ser tan prevalente su transmisión no es tan sencilla, ya que requiere unas condiciones especiales para poder ingresar al cuerpo humano por lo que depende de múltiples factores, como por ejemplo el mecanismo de exposición, el número de exposiciones que se presentaron o la carga viral de la persona con el virus (cantidad de virus en el cuerpo). El riesgo de más alto de transmisión es por transfusión de sangre con el virus ( 90 %), por tal motivo es que se han instaurado protocolos estrictos en los bancos de sangre, para evitar que esto ocurra, razón por la cual es raro que ocurra. Otras formas de transmisión incluyen el usas de agujas o jeringas compartidas (como en los consumidores de heroína) (0.67%), pinchazo con una agujas contaminada (0.3%) o por medio de relaciones sexuales (0.01 % hasta un 0.5%), siendo el de mayor riesgo las personas que son receptoras en sexo anal. Cabe mencionar que estos porcentajes de riesgo son una aproximación y que como se mencionó anteriormente puede variar por muchos otros aspectos. Para responder a tu pregunta si lo que se realizo fue un procedimiento odontológico menor, en el cual no se entra en contacto con fluidos externos, no deberías porque tener riesgo de contraerlo.