Lo más usual es que la presión arterial baje hasta normalizarse en las primeras 6 semanas después del parto; el edema de los pies puede durar dos o tres semanas más. Debes continuar el tratamiento enviado por tu médico tratante y estar en controles para evaluar la evolución de la presión arterial. Si presentas dolor de cabeza intenso, pitos en los oídos, visión de lucecitas o vomito persistente debe ser ir por urgencias.