Puede realizar un lavado con abundante agua y sumergir el pene en agua fría o emplear frío local sin contacto directo con la piel (usar toallas o aislantes), para evitar quemaduras. Si la hinchazón o dolor persiste asista a evaluación médica.
Mantenga reposo sexual en tanto la herida mejore, puede humectar mediante el uso de crema hidratante corporal. Realice un aseo genital apropiado.