La prueba de ELISA 3era generación es capaz de detectar un VIH positivo desde los 18 días de la relación sexual hasta 90 días (3 meses) después de la relación en la que se sospecha que hubo contagio, por lo tanto, sería confiable tomarla en este momento. Si sale positiva, la prueba debe confirmarse con otra prueba llamada Western blot y es ahí cuando se hace el diagnóstico de si hubo contagio o no.