Por la edad y lo crónico del cuadro probablemente se trate de una inflamación de la articulación entre las costillas y el esternón, o inclusive podría ser hasta una gastritis/esofagitis.
Mientras que el dolor no aparezca con el esfuerzo físico, aumente su duración o intensidad o que no ceda con el reposo no hay razón para acudir a urgencias.