La sensación de movimiento (propia o de los objetos alrededor) puede relacionarse con un cuadro de vértigo, en su mayoría corresponde a episodios de vértigo paroxístico benigno, que se puede acompañar de malestar, náuseas, vómito o silbidos en los oídos. Si los síntomas son graves puede asistir por urgencia, existen maniobras para su tratamiento que podrán realizarse en casa como la maniobra de Epley.
Puede elevar la cabecera de la cama y evitar los movimientos bruscos o giros de la cabeza.