Hay varios exámenes para establecer que un corazón se encuentra sano. El más básico de todos es el electrocardiograma, el cual nos permite evaluar si el corazón late con un ritmo adecuado, podemos valorar la conducción del mismo, y nos permite evidenciar signos de muerte de alguna parte del corazón. Un examen un poco más avanzado es el ecocardiograme, el cual permite evaluar la anatomía del corazón y si este bombea de manera adecuada. La formulación de uno u otro depende de la patología que se quiera investigar en el paciente.