En realidad es muy variable de persona a persona. Pero por ejemplo en pacientes con antecedentes de importancia tales como obesidad o hipertensión, pueden empezar a presentar síntomas de tener una arteria con menor diámetro del normal por la formación de placas de grasa dentro de ellas, lo cual disminuye la cantidad de sangre que llega al tejido del corazón, reflejandose en un dolor al pecho que suele desencadenarse por la actividad física en la mayoría de los casos. Sin embargo un paciente sin haber presentado este tipo de dolor previamente, puede presentarlo de manera súbita. Si el dolor inicia de manera aguda, se irradia a cuello, brazo o espalda, se acompaña de náuseas y sudor frío, son signos de alarma para consultar a urgencias.