Dependiendo de donde coloque la inyección y a lo que usted se refiera con "poner mal" las consecuencias pueden ser diferentes. Si usted coloca una inyección con la intención de ser subcutánea pero la coloca en un vaso sanguíneo, el medicamento que está aplicando va a viajar directamente en sangre y con esto causar efectos en órganos para los que no está diseñado y hasta la muerte si se trata de un líquido oleoso (grasoso). Si usted no tiene entrenamiento en la aplicación de la inyección, no debe colocarla.
A menos que usted esté intentando colocar una inyección subcutánea por insulina o jeringas prellenadas, las cuales vienen con una aguja muy corta y con instrucciones sencillas para que los pacientes se las apliquen ellos mismos, tales como: colocarlas a 45 grados de inclinación de la piel, y en un pliegue de las piernas, los brazos o el abdomen. Si este es el caso, revise la etiqueta del producto y aplique siguiendo las instrucciones al pie de la letra.