La mayoría de los pensamientos son producto de experiencias que hemos vivido y de sensaciones que tenemos que quedan represados en nuestro inconsciente y afloran ante ciertos estímulos. Si algo te gusta o te genera placer es aún mas fácil evocarlos y de ahí a que salgan los " malos pensamientos" que en realidad no tienen nada de malo ya que es experimentar con tus sensaciones, gustos y sentidos.