La ingesta excesiva de alcohol interfiere con los receptores del hipocampo que transmiten glutamato, una componente que envía señales entre las neuronas. Durante estas interferencias, el alcohol impide que algunos receptores funcionen correctamente. Este proceso hace que las neuronas creen esteroides que a su vez dificultan la comunicación neuronal. Esto afecta a la conocida como potenciación a largo plazo, un proceso que se cree necesario para el aprendizaje y la memoria. produciendo una interrupción neuropsicológica y química del hipocampo, una de las regiones del cerebro responsables de la memoria. Existen dos tipos, amnesias cuando se ingiere alcohol en exceso, esta la “en bloque”, en la que no recordamos largos periodos de tiempo, y “fragmentarias”, que afectan a periodos concretos y cortos de tiempo.