Esta cirugía no se practica de forma electiva en muchos países si no tiene una indicación como por ejemplo sagrado excesivo, deseos de no tener más hijos después de cierto número de partos, cáncer de endometrio o cáncer de cuello uterino, entre muchas otras causas. Tampoco se recomienda (y en ocasiones no se realiza) en personas tan jóvenes como usted porque la ausencia de útero trae consigo una menopausia temprana (ausencia de menstruación) en la que se pierden los efectos protectores de los estrógenos contra un infarto al corazón, aumenta la posibilidad de osteoporosis (perforación de los huesos y facilidad para fracturarse), pérdida de la libido (o del deseo de tener relaciones sexuales), entre muchos otros beneficios del ciclo menstrual. Por lo anterior, si usted está teniendo problemas con su menstruación por dolor excesivo o mucho sangrado, es recomendable que asista a consulta con el médico ginecólogo para valorar posibles tratamientos con anticonceptivos orales que mejoran estos síntomas o la posibilidad de iniciar métodos como inyecciones o dispositivos intrauterinos que suspendan la menstruación por meses o por años, pero no tendría todas las consecuencias negativas de extraer el útero (la matriz).