La presencia de metal de forma crónica en una articulación se asocia comúnmente a este aumento de dolor con los cambios de temperatura, especialmente cuando las temperaturas bajan. Esto es usual mas no se conoce la causa exacta.
Si usted no está presentando síntomas adicionales y su calidad de vida no se ve afectada, es probable que su médico tratante no indique tratamiento con cirugía, debido a que la cirugía de rodilla puede tener una recuperación larga y difícil. Sin embargo, deberá continuar en controles esporádicos (anuales o cada dos años) para establecer que el cuerpo metálico se encuentra sin cambios. Si usted llega a presentar enrojecimiento calor o dolor en la rodilla deberá consultar al médico general u ortopedista también.