El aumento en la tuberosidad tibial (el hueso con el que se articula la rodilla en la parte inferior) secundario al ejercicio se manifiesta como una "bola" de hueso debajo de la rodilla y se presenta secundario a sobrecarga física - ejercicio. Usualmente es benigno y su tratamiento consiste en el control de los síntomas. Sin embargo, también puede tratarse de quistes o tumores a este nivel. Es importante que acuda a valoración presencial para que mediante un examen físico y estudios adicionales se pueda caracterizar mejor la "bola" que presenta y poderle dar el tratamiento adecuado.