Esto que usted describe puede corresponder a alguna experiencia traumática previa que haya dejado la secuela de reproducir esta sensación cada cierto tiempo. Si este es un problema que ha sucedido durante mucho tiempo y ha empezado a afectar su vida normal, es necesario que usted acuda a una consulta de psicología en la que le ayuden a encontrar la explicación y desencadenantes de esta sensación. Por su descripción, no parece corresponder a ningún problema físico o de que algo vaya mal con su cuerpo.