La mejor manera de controlar las alteraciones del perfil lipídico se encuentran en una alimentación balanceada y la realización de actividad física. El consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega favorece la regulación de los niveles de colesterol como nueces y pescados grasos. El consumo diario de frutos como el aguacate contribuye a un incremento del colesterol HDL (lo cual es positivo). Aunado a una alimentación balanceada baja en grasas hidrogenadas o exceso de carbohidratos y azúcares refinadas y actividad física regular puede lograr un control metabólico. Siendo todos estos productos de origen natural.