Se denomina osteogénesis imperfecta y es un trastorno genético y hereditario que se caracteriza porque los huesos de las personas que lo padecen se rompen con facilidad, luego de sufrir un traumatismo mínimo e incluso sin causa aparente. Aunque sus huesos son extremadamente frágiles, de ahí el nombre de huesos de cristal, no todos los individuos afectados presentan fracturas. Y si bien se están estudiando algunas terapias experimentales, hoy por hoy no existe cura; el tratamiento se basa en la prevención y la corrección de los síntomas.