Las normas penales de cada país pueden variar ligeramente, pero el patrón general es que una muestra de fluidos del atacante tomada en la escena o en la ropa/cuerpo de la victima podrá guardarse para servir de material probatorio como muestra de ADN para la identificación del criminal. Estas muestras pueden durar guardadas por años y aun ser fiables y validas. Existen muchos casos, en muchos países, que han sido resueltos después de décadas por la muestra de ADN.