No existe evidencia científica que afirme que el sexo anal tenga beneficio alguno para la salud. Los únicos reportes que han habido hasta ahora indican que aumenta las posibilidades de infecciones urinarias en las mujeres en las que la penetración vaginal ocurre después del sexo anal sin condón o cuando no se cambia el condón de una penetración a otra por transmisión de las bacterias del ano a la vagina. En el largo plazo, tambien se han reportado casos de pérdida del tono del esfínter anal causando episodios menores de incontinencia fecal.