La metoclopramida es un medicamento que se usa para el control del vómito; también puede usarse para facilitar el transito intestinal y en ocasiones para el tratamiento del reflujo gastroesofágico.
Dentro de los efectos adversos que puede generar este medicamento se encuentra la somnolencia y los tics; por estos dos efectos, es recomendable que durante el uso de este medicamento se evite realizar tareas que requieran concentración como conducir y manejar máquinas. La metoclopramida también puede generar depresión, temblor, inquietud, disminución de la presión arterial, debilidad, irregularidad de los periodos, alucinaciones, disminución del ritmo del corazón, principalmente.
Este medicamento no se debe usar si hay alergia al mismo, no se debe usar si hay hemorragia gastrointestinal, en personas que tengan epilepsia, ni en personas que tengan feocromocitoma; se debe usar con precaución en personas con enfermedad renal o hipertensión.
La metoclopramida puede generar alteraciones de las pruebas de función hepática, de las pruebas de prolactina y de aldosterona.
No se debe usar durante la lactancia materna; durante el embarazo se debe usar si los beneficios superan los riesgos, bajo prescripción médica.