La acción de amamantar a su bebé, genera la liberación de oxitocina, hormona que genera la contracción de los músculos de las glándulas mamarias para que la leche salga y también contracción de músculos en el útero. Ello podría provocar esa sensación de cosquilleo que usted refiere. Asociado al hecho de que los pezones se encuentran ampliamente inervados, por lo que son muy sensibles. No es nada anormal ni algo de lo cual deba preocuparse.