Lo principal es que se formen laceraciones en la mucosa del labio que son dolorosas y pueden ser una puerta de entrada fácil para una bactería que sin querer inclusive pueda entrar en contacto con dicha laceración y contaminarla formando un foco infeccioso, eso puede suceder solamente con tocarte con las manos aparentemente limpias o a través de las uñas al momento de arrancarte la piel del labio. Lo aconsejable es no hacerlo.