Ambos son métodos anticonceptivos hormonales por lo que los efectos secundarios suelen ser similares, entre los más comunes están las náuseas, dolores de cabeza, mareos, sensibilidad en los senos, cambios en el patrón menstrual y cambios en el peso corporal. Sin embargo, estos no suelen presentarse siempre en todas las mujeres. Si deseas cambiar de método anticonceptivo por los efectos secundarios que te genera, lo mejor es que asistas a valoración con tu médico tratante para determinar el mejor método para ti.