El consumo de altas cantidades de azucar ha demostrado aumentar ciertos transmisores cerebrales que pueden asociarse a bienestar en algunas personas, y a ansiedad o hiperactividad en otras, dependiendo de las condiciones particulares de cada individuo.
Si usted vuelve a experimentar esta sensacion con la ingesta de dulces, lo recomendable es que disminuya o elimine el consumo de azucares refinadas (gaseosas, chocolates, tortas, galletas) de su dieta, especialmente en horas de la tarde o cerca a la hora de dormir, para evitar alteraciones del sueño.