Durante un proceso gripal existe inflamación de la mucosa nasal (el tejido dentro de la nariz), lo cual ocasiona un incremento en la producción de moco por parte de las células mucinosas y la pérdida de líquido generando un escurrimiento nasal. Es esperable que sea parecido al agua, debido a que el agua es uno de los principales componentes.
Es recomendable incrementar la ingesta de líquidos durante este tipo de procesos, lo cual contribuye en el control de los síntomas.