Estas lesiones si son menores suelen curar tras un par de semanas de reposo sexual total, higiene genital adecuada y cuidados como evitar la automedicación y la humedad en la zona. De persistir dicha situación o si la herida es grande se debe acudir al médico para una valoración personal que permita determinar el manejo adecuado pudiendo requerir intervención menor o tratamiento local.