La frecuencia cardiaca en reposo normal es de entre 60 y 100 latidos por minuto, al realizar algún tipo de ejercicio, la frecuencia aumenta, y la frecuencia máxima, de manera general, debería corresponder a 200 menos la edad de la persona. Por lo que dependiendo de la intensidad de la actividad que se realice la frecuencia se ubicaría entre 100 y 200 latidos por minuto.