Siempre que hacemos actividades de cualquier tipo lo primero que gasta es la energía proveniente de los carbohidratos ( azúcares). Una vez agotada esa reserva se empieza a utilizar la energía proveniente de la grasa y los lípidos ( por eso es que bajamos de peso), esa grasa se quema y se transforma y finalmente cuando sobrepasas la capacidad que tienes en grasa empiezas a quemar proteínas. Esto no ocurre solo con el ejercicio sino en tu vida en general y por eso, digamos en las personas con trastornos de la alimentación o con enfermedades como el cáncer donde las demandas calóricas superan la reservas empiezan a perder al final masa muscular y terminan casi que en los huesos. De ahí la importancia de hacer ejercicio y alimentarse bien para mantener el balance.