El esomeprazol afecta el hígado después de su uso prolongado, dado que este es el órgano que se encarga de metabolizar el medicamento, y no afecta la función de los riñones. La ranitidina, por otra parte, sí puede afectar la función renal aunque es poco usual que esto suceda.
Lo recomendable en general es que acudas a un médico general y/o gastroenterólogo que determine qué tipo de reflujo tienes, si tienes gastritis o no, y cuál es el tratamiento más apropiado (dado que puede que tu condición mejore con un manejo que no requiera el consumo de ningún medicamento).