En una ecografía no se pueden observar de manera adecuada las asas intestinales ya que por la presencia de gas la imagen no se observa bien, el aire no es un buen conductor de las ondas de ultrasonido, contrario a lo que pasa con el líquido. Dependiendo de la patología intestinal que se estudie, se prefiere el uso de una endoscopia, colonoscopia o una tomografía