El labio leporino y el paladar hendido son dos patologías congénitas, es decir se nace con ellas, el problema surge durante el período embrionario de formación de la boca, la nariz y el paladar, explicarlo sería muy extenso, pero básicamente lo que sucede es que el lado derecho e izquierdo durante la etapa embrionaria en esa zona del cuerpo no se unen adecuadamente quedando la fisura característica con la que nacen esos bebés. NO es un enfermedad hereditaria así que no tiene un patrón de herencia de padres a hijos. Por lo general se puede descubrir con las ecografías de control prenatal.