La clasificación de la enfermedad renal crónica se realiza mediante una estimación de la tasa de filtración glomerular, es decir la capacidad del riñón de filtrar elementos de la sangre, para ello, uno de los indicadores más usados es la creatinina sérica, que junto a otros valores antropométricos se aplica una fórmula y se obtiene un valor que de acuerdo al rango en el que se ubique clasifica la enfermedad.