En pacientes con insuficiencia renal crónica la capacidad de producir orina se conserva hasta etapas avanzadas de la enfermedad por lo que el consumo de agua más bien ayuda a preservar la función renal además eliminar la carga osmótica acumulada en sangre. Esto quiere decir que debes seguir consumiendo agua como lo haces normalmente. En caso de edema (hinchazón), dificultad para respirar o alteraciones hidroelectroliticas se podría restringir por un tiempo.