Esta técnica es la más usada en la cirugía de funduplicatura o plegamiento de una parte del estómago para prevenir el paso de ácido gástrico al esófago, y una década después de la cirugía, un 89 por ciento de pacientes se mantienen sin síntomas. Sin embargo, como en todas las cirugías, la efectividad del procedimiento nunca llega al cien por ciento y un porcentaje de pacientes pueden persistir con reflujo gástrico por varias razones, entre ellas la más común es una forma individual de movimiento de los músculos del esófago propios del cuerpo del paciente que "desdobla" el plegamiento realizado por los cirujanos.