El glande esta tapizado por una mucosa que produce lubricante de forma constante para mantenerse húmedo, ello se facilita con el prepucio, el cual mantiene la humedad. Al baja el prepucio se puede secar el glande y ello predispone a que se adhiera al prepucio al volverse a bajar.
Por eso es recomendable que el prepucio siempre esté cubriendo el glande.