La recomendación es acudir a terapia psiquiátrica personal o de parejas, así como involucrar a tu entorno familiar en dicha terapia. La depresión que puede surgir de estos conflictos puede resultar dañina para ti y tu nueva relación, por lo que lo ideal es lograr la estabilidad adecuada entre tu familia y tu nueva pareja. Mantén una adecuada comunicación con tu entorno familiar, expresales como te sientes y busquen juntos una solución al problema.