Las venas várices ocurren como consecuencia a deficiencias en el retorno venoso. En muchos casos las válvulas, que evitan el retorno de la sangre, cuando el corazón llena sus cavidades, se vuelven deficientes permitiendo el paso de la sangre por ellas y haciendo que la sangre tenga un mayor flujo retrógrado y se congestionen. La consecuencia de esta congestión en la dilatación de los vasos y la visualización y dolor que sienten los pacientes cuando tienen várices.