La recomendación es realizar un lavado básico con agua potable y jabón, sin embargo, toda mordedura de perro debe ser evaluada por un médico ya que debido a la flora bacteriana propia de la saliva de perro y el alto riesgo para la vida que representa el virus de la rabia puede ser necesaria la pauta terapéutica antibiótica y considerar el uso de esquema antirrábico.