Probablemente no sea sangre pero si puede tratarse de una infección, alto consumo de betacarotenos, efecto secundario de algunos fármacos, mezcla con orina y otras causas menos comunes. Si esto ha sido persistente y además no encuentras explicación obvia debes acudir a una valoración médica, preferiblemente urológica. Así mismo debes consumir abundantes líquidos y evitar el alcohol y tabaco.