La saliva al ser una secreción glandular oral puede contener microorganismos (bacterias) propios de la flora de la región bucal así como algunos potencialmente infecciosos como el herpes, virus respiratorios, gripa, meningitis, mononucleosis, hepatitis B e inclusive hasta polio entre muchas otras descritas y muchas otras en las que es incierto.
Todo esto dependerá tanto de la higiene oral de la persona, sus defensas y si la infección se encuentra activa al momento del contacto.