De forma inicial, es recomendable que lave el ojo con agua y retire cualquier cuerpo extraño que pueda haber.
Por otro lado, el crecimiento redundante del tejido ocular puede tratarse de un pterigion o una pingüécula, ambas alteraciones suelen ser asintomáticas o cursar con episodios de síntomas menores a nivel ocular, en el caso del pterigion puede presentar crecimiento a nivel de la córnea y afectar la visión. Puede emplear lágrimas artificiales para manejo inicial de los síntomas. Si persisten los síntomas asista a consulta para valoración.