Posterior a un procedimiento quirúrgico se sugiere una dieta líquida y blanda los primeros días, que se irá reemplazando gradualmente con la alimentación normal de acuerdo a la tolerancia de cada paciente. No hay contraindicación para llevar a cabo su alimentación habitual, puede retomarla cuando se sienta preparado. Se recomienda incrementar la ingesta de fibra para favorecer la evacuación intestinal.